viernes, 15 de agosto de 2014

La niña que quería jugar al fútbol

CAPITULO 1

Os voy a contar la historia de una chica adolescente un tanto especial, porque no era como las demás chicas de su edad que solo pensaban en los chicos y en salir, ella también pensaba en jugar al fútbol y en poder cumplir su sueño de jugar en un equipo pero tenía un problema muy gordo y era que tenía miedo de contárselo a su padre porque era el típico hombre que pensaba que el fútbol no era cosa de mujeres.

Ana Luna la joven protagonista de esta maravillosa e impactante historia, tenía tan solo siete años cuando se atrevió a decirle a su padre que ella quería jugar al fútbol.
Desde que nació ya era especial porque no era como todas las niñas que preferirían estar con sus muñecas jugando antes que estar pegándole patadas a un balón, ella sin embargo le encantaba estar con su hermano mayor  jugando a la pelota antes que estar con sus amigas jugando a las muñecas.  Eso a sus padres les resultaba un poco raro pero pensaban que era porque la niña se llevaba muy bien con su hermano y por eso pasaba todo el día con él.
Cuando ella cumplió los siete años sus padres le regalaron una bici rosa y una casita de muñecas y al parecer la bici le hizo mucha ilusión pero la casita de muñecas no le hizo tanta ilusión como sus padres pensaban que le iba a hacer ya que esa casita era el sueño de toda niña de su edad, entonces el padre le pregunta a sus hija que porque no le gustaba la casita y la niña le respondió que ella no le gustaba jugar con esas cosas de niña pija y su padre se cabreo mucho ya que le había costado mucho encontrarla. A los pocos meses fue el cumpleaños de su hermano mayor y como él ya cumplía diez años el regalo que le hicieron sus padres fue un balón de fútbol y apuntarlo al equipo de fútbol de su barrio, ese día la niña estaba muy triste y cuando su hermano se dio cuenta fue a ver lo que le pasaba…
-¿Qué te pasa Ana Luna?- le pregunta su hermano preocupado
-papa te quiere más a ti- le dice la niña casi llorando
-¿Por qué dices eso Ana Luna?, papa nos quiere a los dos lo mismo al igual que mama.
-No, a ti te quiere más porque te ha regalado un balón y encima te ha apuntado a el equipo de fútbol y a mí solo me ha regalado una bici.
- y también una casita de muñecas muy chula- dice su hermano en tono alegre para intentar animar un poco a su hermana.
-Ana Luna responde un poco enfadada- a mí eso no me gusta yo prefiero tus regalos.
Su hermano sorprendido por la respuesta de la niña se va corriendo a jugar con sus amigos con su nuevo balón.



CAPITULO 2

Esa misma tarde, durante el cumpleaños de su hermano Ana Luna se encierra en su habitación y se pone a llorar y de repente aparece su madre…

-¿Qué te pasa pequeña? –su madre le pregunta preocupada-
-nada- responde la niña mientras sigue llorando
-no mientas que ya sabes lo que les pasa a los niños que mienten.
-mama… tú piensas que…,la niña se calla cuando ve aparecer a su padre por la puerta de su habitación.
El padre entra en la habitación para decirles a su mujer y a su hija que iban a cantarle cumpleaños feliz a Isaac (el hermano mayor de Ana Luna) y entonces su padre se da cuenta que la niña está llorando y le hace la misma pregunta que minutos antes le había hecho su madre y la niña esta vez responde de forma distinta a como lo hizo con su madre.
-nada papa, solo que me caí en el jardín- la niña miente
-vale pequeña y ten cuidado la próxima vez- responde su padre.
Los tres bajan las escaleras cogidos de la mano y se dirigen hacia el jardín donde está todo el mundo esperando la tarta que su madre le había comprado a Isaac, antes de llegar al jardín su madre le dice a su marido:
-cariño vete tú para el jardín que Ana Luna y yo vamos a sacar la tarta.
-vale, pero no tardéis que los niños se mueren de ganas por ver la tarta, dice su padre que parece estar muy contento.
Entonces cuando entran a la cocina la madre le pregunta a Ana Luna:
-¿Qué era eso me querías decir antes de que papa entrara por la puerta de tu habitación?
-nada, era una tontería de niñas de mi edad. Ya se me ha olvidado- responde la niña
-pequeña no tengas miedo yo no soy como papa- le dijo la madre viendo que su hija tenía algo que decirle pero que tal vez no se atreviera a decirle por miedo a que su madre se lo dijera a su padre.
-Verás mama…. la niña se dispone a decírselo…. te parecerá un poco raro pero….- la niña le daba miedo contárselo-
-dime pequeña, ahora estamos solas y me puedes contar todo lo que quieras.
-verás… es que…. yo quiero ser como Isaac….
Su madre se echa a reír pero por una parte no entiende muy bien a la niña y entonces le pregunta:
-¿Qué quieres decir con esto?
-que me gustaría jugar al fútbol como lo va hacer Isaac y me gustaría que me regalasen pelotas antes que una casita de muñecas.
Su madre se queda un poco sorprendida después de la respuesta que le ha dado la niña y coge la tarta del frigorífico y sale al jardín para cantarle el cumpleaños feliz a Isaac sin decir palabra alguna, la niña se queda en la cocina pensando si ha estado bien en decirle eso a su madre o quizá no debería haberle dicho nada.


                                    CAPITULO 3

Tres semanas después de que pasara todo aquello….

Ana Luna llega del colegio muy cansada y se acuesta en el sofá a dormir la siesta, sabe que después de dormir tiene que ponerse a hacer los deberes que le han mandado en la escuela pero parece que no tiene muchas ganas y prefiere irse con su hermano mayor a verlo jugar al fútbol. Entonces decide no dormir la siesta y ponerse a hacer los deberes para poder irse con Isaac y su padre al entrenamiento y no tener que quedarse en casa con su madre.
Eran las cinco de la tarde cuando papa le dice a Isaac que se prepare para irse al entrenamiento y de repente llega Ana Luna y le pregunta a su padre:
-Papa, ¿me puedo ir con vosotros?
-Te aburrirás allí pequeña.
-No, me gusta ver a mi hermano jugar al fútbol.
-¿has terminado los deberes pequeña?
-Sí papa.
-Vale, te puedes venir pero prométeme que no vas a decir nada cuando te aburras.
-Vale papa, te prometo que no diré nada- la niña sale corriendo y coge su abrigo para salir.
Su padre se acerca a la cocina donde se encuentra su mujer fregando los platos que se han usado en la comida y le dice:
-Cariño me llevo a la niña.
-¿Pero ha terminado los deberes?
-Sí
-Vale que os lo paséis muy bien
Su padre los llama para que se monten en el coche porque se les hace tarde, y la primera en bajar es Ana Luna parece muy contenta y aunque el padre no sabe el motivo la niña esta súper contenta porque va a poder disfrutar del fútbol aunque solo sea viendo a su hermano. Cuando llegan al campo Isaac se va con sus demás compañeros que ya estaban hablando con el entrenador y Ana Luna y su padre se sientan en las gradas a ver a su hermano.


                                                   CAPITULO 4

Después de estar un rato sentados en las gradas Ana Luna se decide a preguntarle una cosa a su padre….

-Papa….
-Dime pequeña.
-¿Puedo irme con ese niño a jugar a la pelota?
-Ana Luna ese niño está jugando al fútbol con sus amigos y tú eres una niña y  no puedes jugar con ellos porque te harás daño.
-No me haré daño, porfa papa déjame- la niña se pone a suplicarle
-He dicho que no y cuando papa dice que no es que no.
Ana Luna sabe que tiene que dejar de insistir y vuelve a sentarse y seguir viendo a su hermano pero esta vez la sonrisa que llevaba al principio ya se la ha quitado después de que su padre le dijera eso, su padre la mira extrañado porque no sabe porque su pequeña de repente se ha puesto triste y entonces le pregunta.
-¿Qué te pasa pequeña?
-Nada papa
-Ana Luna ya sabes que no me gusta que me mientan.
-Es que….- la niña no sabe que decirle a su padre y le dice lo primero que pilla.
-Esque….me aburro un poco- la niña le miente porque sabe que si le dice la verdad su padre se puede cabrear.
-Ana Luna me prometiste en casa que no me ibas a decir que te aburrías.
-Es que no te lo he dicho, has sido tú el que me has preguntado
-no te pongas así Ana Luna, nos vamos enseguida.
Su hermano termina de entrenar y se acerca a Ana Luna y a su padre y le pregunta a su padre:
-Papa, ¿me puedo quedar un poco más jugando con mis amigos?
-Sí Isaac pero no mucho porque se está haciendo tarde.
-Vale papa-entonces Isaac se va corriendo pero se da cuenta que a su hermana le pasa algo y como cree que sabe lo que es se acerca a ella y le dice al oído:
-¿Te quieres venir a jugar conmigo?- la niña levanta la cabeza y le hace el gesto de que si quiere con la cabeza, pero su padre le pregunta.
-Ana Luna, ¿Dónde vas?-la niña no sabe lo que responder, pero su hermano si le responde.
-Papa se viene conmigo a jugar que se lo he dicho yo.
-Isaac tu hermana es una niña y el fútbol no es para ella.
-Papa yo quiero que juegue conmigo
-Isaac he dicho que no
-Papa o la dejas que se venga o no vengo más a entrenar.
Su padre no sabe lo que responderle a su hijo pero por la cara que le ha puesto Isaac sabe que cuando llegue a casa le va a caer una bronca por parte de su padre y entonces a su padre solo se le ocurre decir…
-Vale pero ten cuidado con ella
-Papa Ana Luna ya es mayor para tener cuidado ella sola.
Y los dos niños salen corriendo para seguir jugando, mientras el padre se queda mirándolos desde la grada y nota que Ana Luna sabe manejar bien el balón pero él no cree que pueda tener futuro una mujer futbolista porque para él el fútbol es solo para hombres.



CAPITULO 5

Esa noche cuando llegan a casa……

-Cariño ya estamos en casa
-Hola, pasar tenemos visita.
Los abuelos de Ana Luna e Isaac habían venido de Madrid para quedarse unos días y les traían regalos a los niños como solían hacer todas las veces que venían a verlos
-¡ABUELOS!-saltan los niños a la vez y se van corriendo hacia ellos, sus abuelos se echan a reír.
-Os hemos traído esto, espero que os guste- dice su abuela, los niños cogen los regalos y los regalen a Isaac le han traído un pelota firmada por todos los jugadores del Real Madrid y el niño no sabe lo que decir porque siempre le hubiera gustado tener ese balón y encima de todo es el balón que Iker Casillas paro y les hizo campeones de liga.
-Alaaaaa, no sé lo que decir es impresionante. Muchísimas gracias abuelos y el niño no para de saltar de alegría.
La abuela se da cuenta que Ana Luna aún no ha abierto su regalo y entonces la abuela le pregunta:
-Princesa, ¿Por qué no abres tu regalo?
-No quiero seguro que será alguna muñeca de esas que les encanta a todas las niñas de mi edad
-Princesa, ábrelo seguro que te gusta.
La niña no le queda otra que abrirlo porque su padre la está mirando con mala cara y sabe que cuando papa pone esa cara es porque si no obedece sabe que estará castigada. Cuando lo abre todos se llevan una verdadera sorpresa, incluso la niña. Resulta que el regalo es un balón de fútbol firmado por la selección española de fútbol femenino y el libro de Verónica Boquete, que es el ídolo secreto de Ana Luna ya que su familia no sabía que Ana Luna adoraba el Fútbol, cuando su padre ve el regalo…
-Papa para que le traes eso a la niña, si la niña no le gusta el fútbol y aparte el Fútbol es cosa de hombres no de mujeres- le dice su padre a su abuelo
-Hijo deja a tu hija que decida sus gustos y estoy seguro que le encanta el regalo y si no mírale la cara a la niña, está súper contenta.
El padre se da cuenta que su pequeña está súper contenta pero el sigue convencido de que el fútbol que es solo cosa de hombres pero no sabe que cada vez que dice esa frase delante de su hija pone más triste a su hija y después de un silencio en la habitación..
-Pequeña solo una pregunta…
-Dime papa
-¿De verdad que a ti te gusta el fútbol?
-No…
-Ves lo sabía
El padre la interrumpe pero la niña termina la frase..
-Papa no me gusta, me encanta y daría todo lo que fuera por estar jugando en un equipo de fútbol como lo hace Isaac
Su padre se queda sorprendido por lo que acaba de decir su hija, su pequeña, su princesa…
Todo el mundo está callado esperando la reacción de su padre a la respuesta que le acaba de dar Ana Luna, pero su padre lo único que hace se levanta y se va a su habitación a acostarse.
-Venga todos a dormir que ya es tarde y mañana hay que madrugar para ir al cole- dice la madre, los niños obedecen pero antes de que terminen de subir las escaleras aparece el abuelo que había ido al servicio.
-Buenas noches pequeñajos y recordad si os acostáis ya mañana la abuela y yo os llevaremos al cole.
Los niños al escuchar a su abuelo se meten corriendo a sus habitaciones y se acuestan a dormir.



CAPITULO 6

A la mañana siguiente, cuando todos estaban en la cocina…

-Buenos días pequeñajos- dice el abuelo
-Buenos días abuelo, anoche nos acostamos pronto así que hoy nos llevaras al cole verdad?
-Claro que sí, las promesas siempre se cumple renacuajos
-Abuelo ya no somos tan pequeños que yo tengo siete años e Isaac diez-  dice Ana luna un poco mosqueada
-Perdone usted señorita.
Y todos echan a reír, en ese momento se escucha alguien bajar por las escaleras y todos se callan porque saben que es papa, puesto que es el único que faltaba en la cocina, todos se quedan mirándolo para ver la cara que lleva esta mañana después de lo que paso anoche.
-¿qué os pasa a todos?¿es que tengo monos en la cara?
A Isaac se le escapa una pequeña carcajada y en ese instante Ana Luna que se está tomando su taza de leche derrama la leche que llevaba en la boca y empieza a reírse con Isaac de nuevo todo el mundo empieza a reir.
-Niños se hace tarde- grita mama para intentar que paren con la risa.
-Es verdad, vamos renacuajos a por las mochilas que nos vamos
-Abuelo!, Ana Luna lo mira con esa cara que pone ella siempre que le molesta algo
- Vale señorita tampoco se me ponga así
Los niños suben a por sus cosas, mientras el abuelo se termina su café y charla con su hijo.
-Hijo como te has tomado lo que dijo Ana Luna anoche.
-Papa no quiero hablar de ese tema
-Pero tienes que entenderla, hay muchas niñas que practican deporte, porque ella no puede
-Tú lo has dicho muchas niñas practican deporte pero no practican el fútbol porque eso es solo de hombre
-Hijo estas muy equivocado hay muchas niñas que practican fútbol porque les apasiona y algún día tendrás que darte cuenta que el fútbol femenino es igual que importante que el fútbol masculino
-Papa no digas tonterías, ni siquiera hay equipo de fútbol femenino aquí
-Sí que lo hay yo ya me he estado informando
-Pues mi hija no va a ir porque ella es una niña y las niñas no juegan al fútbol
-Hijo…..
De repente aparecen los niños que ya estaban listos para irse a la escuela
-Después seguimos hablando- le dice el abuelo a papa.
El abuelo coge el abrigo y sale por la puerta con los dos niños que van súper contentos porque su abuelo los va a acompañar al colegio, de camino al colegio…
-Abuelo, ¿Dónde está la abuela?
-Se ha quedado en casa Isaac
-No dijiste anoche que nos llevaría ella también
-Sí Isaac, pero esta mañana hace mucho frío, te prometo que luego vendrá ella a recogeros
-Espero que sea verdad abuelo.
Los tres llegan al colegio, los niños le dan un beso al abuelo y se van a sus respectivas filas listas para empezar un día nuevo. de repente suena el timbre del colegio y se despiden del abuelo.


CAPITULO 7

Mientras los niños están en el colegio, el abuelo y papa retoman de nuevo la conversación…

-¿Por dónde íbamos hijo?
-Me ibas a decir algo cuando de repente han aparecido los niños y te has ido
-Ah sí, ya me acuerdo. lo que te estaba diciendo era que tienes que dejar que tu hija haga lo que ella quiera igual que yo a ti te deje hacer lo que tu quisiste
-Pero papa….
-Hijo quiero que recuerdes cunado tú eras pequeño que te encantaba jugar a los exploradores y yo siempre te decía…
-….Pequeño explorador es hora de que te apuntes al fútbol que es más de hombres- dijo papa recordando cuando era un niño como lo es ahora su pequeñaja
-Ves todavía te acuerdas
-Sí pero es distinto
-No, es lo mismo hijo. En ese momento tu querías ser explorador y yo no te dejaba y ahora tu pequeña quiere ser futbolista y tú no la dejas
-Pero papa…
-No hay excusas. ¿Verdad que yo te deje ser explorador porque veía que te gustaba mucho?
-Sí papa, pero es que mi niña…
-Tú niña quiere ser futbolista como tú querías ser explorador
-Tienes razón papa, mi hija quiere ser futbolista y yo tengo que apoyarla como tú me apoyaste cuando yo quería ser explorador.
Papa se levanta de la mesa y se dirige al salón donde está su maletín
-Me voy a trabajar papa, luego iré yo a por los niños
-Hijo les he prometido que iría tu madre a por ellos
-Vale papa, dile a mama cuando se despierte que esté lista para las 13:45 que pasaré a por ella para ir a por los niños
-Vale hijo yo se lo diré, ten cuidado
-Que si papa, ya soy mayorcito

  
CAPITULO 8

A la salida del colegio se encuentra mama, papa, el abuelo y la abuela…

-Isaac mira han venido todos a por nosotros- dice Ana Luna sorprendida
-Iremos a comer fuera con la excusa de que los abuelos están de visita
-Tienes razón…
Cuando llegan al coche donde están todos…
-¿Qué hacéis todos aquí?- pregunta Isaac
-Parece que no te alegras- dice la abuelo con voz pícara
-Sí me alegro pero es un poco extraño
-Nos vamos a comer fuera y después nos vamos a un sitio que te os va a gustar- dice papa.
-Pero yo después tengo entrenamiento.- dice Isaac
-No te preocupes llevamos tus cosas por si no daba tiempo a pasar pos casa
Los niños se montan en el coche pero van todo el camino preguntando que a donde van a ir y el abuelo salta:
-Es una sorpresa no seáis impacientes
Llegan al restaurante donde suelen ir siempre que salen fuera.
-Otra vez al mismo sitio.- dice Ana Luna
-Hija sabes que nos gusta mucho y además después iremos a un sitio que seguro que nunca has estado- responde mama
-Bueno me tendré que aguantar, espero que lo de después me guste más que comer aquí
-Te aseguro que si- dice papa


CAPITULO 9

Dos horas más tarde cuando todos habían terminado de comer…

-Papa venga paga ya que me quiero ir- insiste Ana Luna
-Tranquila pequeña que nos vamos ya
-Venga vámonos- indican los dos niños a la vez
El padre se levanta a pagar y se dirige hacia el coche donde están ya todos esperándolos, durante el viaje los niños se vuelven a poner pesados insistiéndole a su padre que le diga dónde van pero viendo que no lo consiguen se lo preguntan a su madre.
-¿Mama dónde vamos? ¿Cuánto falta? ¿Está muy lejos?
-Hijos no lo sé, el único que lo sabe es papa y el abuelo
-Papa!!!
-He dicho que no, esperaros a llegar
-Abuelo!!!
-Ya habéis escuchado a papa hasta que no lleguemos no se dice nada
A los minutos de ir en el coche, su padre y el abuelo se ponen a hablar…
-Hijo, ¿cómo te ha ido el día en el trabajo?
-Bien papa, ¿y tú que has hecho esta mañana?
-Fui al parque con tu madre a darle de comer a las palomas, ya sabes cosas de viejos.
Todos echan a reír y el abuelo no se molesta porque le encanta gastar bromas.
-Papa casi hemos llegado
-Vale hijo, entonces toca jugar a la gallinita ciega
Los niños lo miran con cara de extrañado y le dicen a su abuelo
-Abuelo en el coche no se puede jugar a la gallinita ciega
-¿Cómo qué no? Ya veréis, mira vosotros poneros estos pañuelos en los ojos y ya veréis como si se puede.
Los niños obedecen al abuelo pero ellos saben perfectamente que en el coche no se puede jugar a la gallinita ciega porque no hay sitio donde correr. Cuando los niños se han puesto los pañuelos en los ojos el abuelo comprueba que no pueden ver.
-Venga niños no me hagáis trampa, voy a ver si podéis ver. Haber ¿Cuántos dedos tengo?- el abuelo pone la mano indicando que tiene 5 dedos.
-Dos-Indica Isaac
-Cuatro-Indica Ana Luna
-Perfecto, ya podemos jugar.
De repente el coche se para y se escuchan las puertas del coche, los niños están asustados porque no saben lo que pasa
-Abuelo!!! ¿Qué pasa? ¿Por qué paramos? ¿Hemos llegado?- Pregunta Ana Luna un poco asustada
-Tranquila princesa que solo hemos parado para jugar a la gallinita ciega- Responde el abuelo
-Yo quiero llegar ya, no quiero jugar a la gallinita ciega
-YA HEMOS LLEGADO!- dice papa.
-Por fin!!!- gritan los niños a la vez
-¿nos podemos quitar ya esto?
-No!!!
-Porfa papa
-Venga chicos esperaros un minuto
-Vale contaremos hasta sesenta y nos los quitaremos
-Eh pero no vale contar rápido
Los niños empiezan a contar mientras los llevan a los dos cogidos de la mano hasta el campo de fútbol donde se encuentra el entrenador de fútbol de Isaac.



CAPITULO 10

Cuando llegan al campo de fútbol y se quitan la venda……

-Papa, ¿Qué hacemos aquí si mi entrenamiento empieza a las 17:00?
-Hemos venido por otra cosa
Entonces de repente empiezan a salir el equipo femenino del barrio de los vestuarios y Ana Luna se queda pensando en que ella podría estar allí pero eso parece imposible porque su padre dice que el fútbol no es para mujeres.
-Papa ¿Qué hacemos aquí? Pregunta Ana Luna sorprendida
-Hija tengo que decirte una cosa
-Dime papa
-¿Quieres jugar con ellas?
Ana Luna se queda un poco perpleja por lo que ha dicho su padre…
-Enserio Papa!!! Ana Luna lo dice todavía un poco en estado de shock
-Si cariño, mira yo de pequeño quería ser explorador y el abuelo me dijo que yo tenía que ser futbolista, pero él se dio cuenta que a mí lo que realmente me gustaba era la exploración y me dejo ser explorador.
-Papa y esto que tiene que ver con lo que te pasa a ti, tú lo que piensas es que el fútbol no es para mujeres.
-Hija, cuando tú me dijiste que querías ser futbolista yo no quería asumirlo pero el abuelo me hizo ver que al igual que él me dejo ser explorador yo te tenía que dejar ser futbolista aunque pienso eso del fútbol femenino. Ahora estoy viendo que el fútbol femenino no es tan malo y que las cosas han avanzado y ahora cada vez hay más mujeres que practican el fútbol.
-Papa, ¿me estás diciendo que puedo jugar al fútbol?
-Sí, pequeña
-Papa ya no soy pequeña
-Tú siempre serás mi pequeña y ahora serás mi pequeña futbolista
La niña empieza a gritar de alegría pero se da cuenta que no puede empezar a jugar porque le faltan las botas
-Papa pero….
-Dime pequeña futbolista
-Es que… no tengo botas para jugar
-Es verdad, bueno entra al vestuario que te está esperando el entrenador y yo creo que hoy te dejara entrenar con los tenis
Ana Luna entra al vestuario y ve al entrenador hablando con el abuelo y el abuelo llevaba un regalo en las manos
-Princesa esto es para ti
-¿Qué es abuelo?
-Tú ábrelo y lo verás
Ana Luna lo abre y ve que es una caja de zapatos y al abrir la caja ve las nuevas botas que lleva Messi que es su ídolo junto a vero boquete.
-Gracias abuelo me encanta
-No me las des a mi dáselas a papa que ha sido el que ha faltado hoy al trabajo y se ha recorrido todas las tiendas buscando esas botas
De repente aparece papa y Ana Luna se lanza a sus brazos.


PD: Pronto seguiré escribiendo, dejad comentario si os ha gustado