CAPITULO 1
Os voy a
contar la historia de una chica adolescente un tanto especial, porque no era
como las demás chicas de su edad que solo pensaban en los chicos y en salir,
ella también pensaba en jugar al fútbol y en poder cumplir su sueño de jugar en
un equipo pero tenía un problema muy gordo y era que tenía miedo de contárselo
a su padre porque era el típico hombre que pensaba que el fútbol no era cosa de
mujeres.
Ana Luna la
joven protagonista de esta maravillosa e impactante historia, tenía tan solo siete años cuando se atrevió a decirle a su padre que ella quería jugar al fútbol.
Desde que
nació ya era especial porque no era como todas las niñas que preferirían estar
con sus muñecas jugando antes que estar pegándole patadas a un balón, ella sin
embargo le encantaba estar con su hermano mayor
jugando a la pelota antes que estar con sus amigas jugando a las
muñecas. Eso a sus padres les resultaba
un poco raro pero pensaban que era porque la niña se llevaba muy bien con su
hermano y por eso pasaba todo el día con él.
Cuando ella
cumplió los siete años sus padres le regalaron una bici rosa y una casita de
muñecas y al parecer la bici le hizo mucha ilusión pero la casita de muñecas no
le hizo tanta ilusión como sus padres pensaban que le iba a hacer ya que esa
casita era el sueño de toda niña de su edad, entonces el padre le pregunta a
sus hija que porque no le gustaba la casita y la niña le respondió que ella no
le gustaba jugar con esas cosas de niña pija y su padre se cabreo mucho ya que
le había costado mucho encontrarla. A los pocos meses fue el cumpleaños de su
hermano mayor y como él ya cumplía diez años el regalo que le hicieron sus
padres fue un balón de fútbol y apuntarlo al equipo de fútbol de su barrio, ese
día la niña estaba muy triste y cuando su hermano se dio cuenta fue a ver lo
que le pasaba…
-¿Qué te
pasa Ana Luna?- le pregunta su hermano preocupado
-papa te
quiere más a ti- le dice la niña casi llorando
-¿Por qué
dices eso Ana Luna?, papa nos quiere a los dos lo mismo al igual que mama.
-No, a ti te
quiere más porque te ha regalado un balón y encima te ha apuntado a el equipo
de fútbol y a mí solo me ha regalado una bici.
- y también
una casita de muñecas muy chula- dice su hermano en tono alegre para intentar
animar un poco a su hermana.
-Ana Luna
responde un poco enfadada- a mí eso no me gusta yo prefiero tus regalos.
Su hermano
sorprendido por la respuesta de la niña se va corriendo a jugar con sus amigos
con su nuevo balón.
CAPITULO 2
Esa misma tarde, durante el
cumpleaños de su hermano Ana Luna se encierra en su habitación y se pone a
llorar y de repente aparece su madre…
-¿Qué te
pasa pequeña? –su madre le pregunta preocupada-
-nada-
responde la niña mientras sigue llorando
-no mientas
que ya sabes lo que les pasa a los niños que mienten.
-mama… tú
piensas que…,la niña se calla cuando ve aparecer a su padre por la puerta de su
habitación.
El padre
entra en la habitación para decirles a su mujer y a su hija que iban a cantarle
cumpleaños feliz a Isaac (el hermano mayor de Ana Luna) y entonces su padre se
da cuenta que la niña está llorando y le hace la misma pregunta que minutos
antes le había hecho su madre y la niña esta vez responde de forma distinta a
como lo hizo con su madre.
-nada papa,
solo que me caí en el jardín- la niña miente
-vale
pequeña y ten cuidado la próxima vez- responde su padre.
Los tres
bajan las escaleras cogidos de la mano y se dirigen hacia el jardín donde está
todo el mundo esperando la tarta que su madre le había comprado a Isaac, antes
de llegar al jardín su madre le dice a su marido:
-cariño vete
tú para el jardín que Ana Luna y yo vamos a sacar la tarta.
-vale, pero
no tardéis que los niños se mueren de ganas por ver la tarta, dice su padre que
parece estar muy contento.
Entonces
cuando entran a la cocina la madre le pregunta a Ana Luna:
-¿Qué era
eso me querías decir antes de que papa entrara por la puerta de tu habitación?
-nada, era
una tontería de niñas de mi edad. Ya se me ha olvidado- responde la niña
-pequeña no
tengas miedo yo no soy como papa- le dijo la madre viendo que su hija tenía
algo que decirle pero que tal vez no se atreviera a decirle por miedo a que su
madre se lo dijera a su padre.
-Verás
mama…. la niña se dispone a decírselo…. te parecerá un poco raro pero….- la
niña le daba miedo contárselo-
-dime
pequeña, ahora estamos solas y me puedes contar todo lo que quieras.
-verás… es
que…. yo quiero ser como Isaac….
Su madre se
echa a reír pero por una parte no entiende muy bien a la niña y entonces le
pregunta:
-¿Qué
quieres decir con esto?
-que me gustaría
jugar al fútbol como lo va hacer Isaac y me gustaría que me regalasen pelotas
antes que una casita de muñecas.
Su madre se
queda un poco sorprendida después de la respuesta que le ha dado la niña y coge
la tarta del frigorífico y sale al jardín para cantarle el cumpleaños feliz a
Isaac sin decir palabra alguna, la niña se queda en la cocina pensando si ha estado bien en decirle eso
a su madre o quizá no debería haberle dicho nada.
CAPITULO 3
Tres semanas después de que pasara todo aquello….
Tres semanas después de que pasara todo aquello….
Ana Luna
llega del colegio muy cansada y se acuesta en el sofá a dormir la siesta, sabe
que después de dormir tiene que ponerse a hacer los deberes que le han mandado
en la escuela pero parece que no tiene muchas ganas y prefiere irse con su
hermano mayor a verlo jugar al fútbol. Entonces decide no dormir la siesta y
ponerse a hacer los deberes para poder irse con Isaac y su padre al
entrenamiento y no tener que quedarse en casa con su madre.
Eran las
cinco de la tarde cuando papa le dice a Isaac que se prepare para irse al
entrenamiento y de repente llega Ana Luna y le pregunta a su padre:
-Papa, ¿me
puedo ir con vosotros?
-Te aburrirás
allí pequeña.
-No, me
gusta ver a mi hermano jugar al fútbol.
-¿has
terminado los deberes pequeña?
-Sí papa.
-Vale, te
puedes venir pero prométeme que no vas a decir nada cuando te aburras.
-Vale papa,
te prometo que no diré nada- la niña sale corriendo y coge su abrigo para
salir.
Su padre se
acerca a la cocina donde se encuentra su mujer fregando los platos que se han
usado en la comida y le dice:
-Cariño me
llevo a la niña.
-¿Pero ha
terminado los deberes?
-Sí
-Vale que os
lo paséis muy bien
Su padre los
llama para que se monten en el coche porque se les hace tarde, y la primera en
bajar es Ana Luna parece muy contenta y aunque el padre no sabe el motivo la niña
esta súper contenta porque va a poder disfrutar del fútbol aunque solo sea
viendo a su hermano. Cuando llegan al campo Isaac se va con sus demás
compañeros que ya estaban hablando con el entrenador y Ana Luna y su padre se
sientan en las gradas a ver a su hermano.
CAPITULO 4
Después de estar un rato sentados en
las gradas Ana Luna se decide a preguntarle una cosa a su padre….
-Papa….
-Dime
pequeña.
-¿Puedo irme
con ese niño a jugar a la pelota?
-Ana Luna
ese niño está jugando al fútbol con sus amigos y tú eres una niña y no puedes jugar con ellos porque te harás
daño.
-No me haré
daño, porfa papa déjame- la niña se pone a suplicarle
-He dicho
que no y cuando papa dice que no es que no.
Ana Luna
sabe que tiene que dejar de insistir y vuelve a sentarse y seguir viendo a su
hermano pero esta vez la sonrisa que llevaba al principio ya se la ha quitado
después de que su padre le dijera eso, su padre la mira extrañado porque no
sabe porque su pequeña de repente se ha puesto triste y entonces le pregunta.
-¿Qué te
pasa pequeña?
-Nada papa
-Ana Luna ya
sabes que no me gusta que me mientan.
-Es que….-
la niña no sabe que decirle a su padre y le dice lo primero que pilla.
-Esque….me
aburro un poco- la niña le miente porque sabe que si le dice la verdad su padre
se puede cabrear.
-Ana Luna me
prometiste en casa que no me ibas a decir que te aburrías.
-Es que no
te lo he dicho, has sido tú el que me has preguntado
-no te
pongas así Ana Luna, nos vamos enseguida.
Su hermano
termina de entrenar y se acerca a Ana Luna y a su padre y le pregunta a su
padre:
-Papa, ¿me
puedo quedar un poco más jugando con mis amigos?
-Sí Isaac
pero no mucho porque se está haciendo tarde.
-Vale
papa-entonces Isaac se va corriendo pero se da cuenta que a su hermana le pasa
algo y como cree que sabe lo que es se acerca a ella y le dice al oído:
-¿Te quieres venir a jugar conmigo?- la
niña levanta la cabeza y le hace el gesto de que si quiere con la cabeza, pero
su padre le pregunta.
-Ana Luna, ¿Dónde
vas?-la niña no sabe lo que responder, pero su hermano si le responde.
-Papa se
viene conmigo a jugar que se lo he dicho yo.
-Isaac tu
hermana es una niña y el fútbol no es para ella.
-Papa yo
quiero que juegue conmigo
-Isaac he
dicho que no
-Papa o la
dejas que se venga o no vengo más a entrenar.
Su padre no
sabe lo que responderle a su hijo pero por la cara que le ha puesto Isaac sabe
que cuando llegue a casa le va a caer una bronca por parte de su padre y
entonces a su padre solo se le ocurre decir…
-Vale pero
ten cuidado con ella
-Papa Ana
Luna ya es mayor para tener cuidado ella sola.
Y los dos
niños salen corriendo para seguir jugando, mientras el padre se queda mirándolos
desde la grada y nota que Ana Luna sabe manejar bien el balón pero él no cree
que pueda tener futuro una mujer futbolista porque para él el fútbol es solo
para hombres.
CAPITULO 5
Esa noche
cuando llegan a casa……
-Cariño ya estamos en casa
-Hola, pasar tenemos visita.
Los abuelos de Ana Luna e Isaac habían venido de Madrid para
quedarse unos días y les traían regalos a los niños como solían hacer todas las
veces que venían a verlos
-¡ABUELOS!-saltan los niños a la vez y se van corriendo hacia
ellos, sus abuelos se echan a reír.
-Os hemos traído esto, espero que os guste- dice su abuela,
los niños cogen los regalos y los regalen a Isaac le han traído un pelota
firmada por todos los jugadores del Real Madrid y el niño no sabe lo que decir
porque siempre le hubiera gustado tener ese balón y encima de todo es el balón
que Iker Casillas paro y les hizo campeones de liga.
-Alaaaaa, no sé lo que decir es impresionante. Muchísimas
gracias abuelos y el niño no para de saltar de alegría.
La abuela se da cuenta que Ana Luna aún no ha abierto su
regalo y entonces la abuela le pregunta:
-Princesa, ¿Por qué no abres tu regalo?
-No quiero seguro que será alguna muñeca de esas que les
encanta a todas las niñas de mi edad
-Princesa, ábrelo seguro que te gusta.
La niña no le queda otra que abrirlo porque su padre la está
mirando con mala cara y sabe que cuando papa pone esa cara es porque si no
obedece sabe que estará castigada. Cuando lo abre todos se llevan una verdadera
sorpresa, incluso la niña. Resulta que el regalo es un balón de fútbol firmado
por la selección española de fútbol femenino y el libro de Verónica Boquete,
que es el ídolo secreto de Ana Luna ya que su familia no sabía que Ana Luna
adoraba el Fútbol, cuando su padre ve el regalo…
-Papa para que le traes eso a la niña, si la niña no le gusta
el fútbol y aparte el Fútbol es cosa de hombres no de mujeres- le dice su padre
a su abuelo
-Hijo deja a tu hija que decida sus gustos y estoy seguro que
le encanta el regalo y si no mírale la cara a la niña, está súper contenta.
El padre se da cuenta que su pequeña está súper contenta pero
el sigue convencido de que el fútbol que es solo cosa de hombres pero no sabe
que cada vez que dice esa frase delante de su hija pone más triste a su hija y
después de un silencio en la habitación..
-Pequeña solo una pregunta…
-Dime papa
-¿De verdad que a ti te gusta el fútbol?
-No…
-Ves lo sabía
El padre la interrumpe pero la niña termina la frase..
-Papa no me gusta, me encanta y daría todo lo que fuera por
estar jugando en un equipo de fútbol como lo hace Isaac
Su padre se queda sorprendido por lo que acaba de decir su
hija, su pequeña, su princesa…
Todo el mundo está callado esperando la reacción de su padre
a la respuesta que le acaba de dar Ana Luna, pero su padre lo único que hace se
levanta y se va a su habitación a acostarse.
-Venga todos a dormir que ya es tarde y mañana hay que
madrugar para ir al cole- dice la madre, los niños obedecen pero antes de que
terminen de subir las escaleras aparece el abuelo que había ido al servicio.
-Buenas noches pequeñajos y recordad si os acostáis ya mañana
la abuela y yo os llevaremos al cole.
Los niños al escuchar a su abuelo se meten corriendo a sus
habitaciones y se acuestan a dormir.
CAPITULO 6
A la mañana
siguiente, cuando todos estaban en la cocina…
-Buenos días
pequeñajos- dice el abuelo
-Buenos días
abuelo, anoche nos acostamos pronto así que hoy nos llevaras al cole verdad?
-Claro que
sí, las promesas siempre se cumple renacuajos
-Abuelo ya
no somos tan pequeños que yo tengo siete años e Isaac diez- dice Ana luna un poco mosqueada
-Perdone
usted señorita.
Y todos
echan a reír, en ese momento se escucha alguien bajar por las escaleras y todos
se callan porque saben que es papa, puesto que es el único que faltaba en la
cocina, todos se quedan mirándolo para ver la cara que lleva esta mañana
después de lo que paso anoche.
-¿qué os
pasa a todos?¿es que tengo monos en la cara?
A Isaac se
le escapa una pequeña carcajada y en ese instante Ana Luna que se está tomando
su taza de leche derrama la leche que llevaba en la boca y empieza a reírse con
Isaac de nuevo todo el mundo empieza a reir.
-Niños se
hace tarde- grita mama para intentar que paren con la risa.
-Es verdad,
vamos renacuajos a por las mochilas que nos vamos
-Abuelo!,
Ana Luna lo mira con esa cara que pone ella siempre que le molesta algo
- Vale
señorita tampoco se me ponga así
Los niños
suben a por sus cosas, mientras el abuelo se termina su café y charla con su
hijo.
-Hijo como
te has tomado lo que dijo Ana Luna anoche.
-Papa no
quiero hablar de ese tema
-Pero tienes
que entenderla, hay muchas niñas que practican deporte, porque ella no puede
-Tú lo has
dicho muchas niñas practican deporte pero no practican el fútbol porque eso es
solo de hombre
-Hijo estas
muy equivocado hay muchas niñas que practican fútbol porque les apasiona y
algún día tendrás que darte cuenta que el fútbol femenino es igual que
importante que el fútbol masculino
-Papa no
digas tonterías, ni siquiera hay equipo de fútbol femenino aquí
-Sí que lo
hay yo ya me he estado informando
-Pues mi
hija no va a ir porque ella es una niña y las niñas no juegan al fútbol
-Hijo…..
De repente
aparecen los niños que ya estaban listos para irse a la escuela
-Después
seguimos hablando- le dice el abuelo a papa.
El abuelo
coge el abrigo y sale por la puerta con los dos niños que van súper contentos
porque su abuelo los va a acompañar al colegio, de camino al colegio…
-Abuelo,
¿Dónde está la abuela?
-Se ha
quedado en casa Isaac
-No dijiste
anoche que nos llevaría ella también
-Sí Isaac,
pero esta mañana hace mucho frío, te prometo que luego vendrá ella a recogeros
-Espero que
sea verdad abuelo.
Los tres
llegan al colegio, los niños le dan un beso al abuelo y se van a sus
respectivas filas listas para empezar un día nuevo. de repente suena el timbre
del colegio y se despiden del abuelo.
CAPITULO 7
Mientras
los niños están en el colegio, el abuelo y papa retoman de nuevo la
conversación…
-¿Por dónde
íbamos hijo?
-Me ibas a
decir algo cuando de repente han aparecido los niños y te has ido
-Ah sí, ya
me acuerdo. lo que te estaba diciendo era que tienes que dejar que tu hija haga
lo que ella quiera igual que yo a ti te deje hacer lo que tu quisiste
-Pero papa….
-Hijo quiero
que recuerdes cunado tú eras pequeño que te encantaba jugar a los exploradores
y yo siempre te decía…
-….Pequeño
explorador es hora de que te apuntes al fútbol que es más de hombres- dijo papa
recordando cuando era un niño como lo es ahora su pequeñaja
-Ves todavía
te acuerdas
-Sí pero es
distinto
-No, es lo
mismo hijo. En ese momento tu querías ser explorador y yo no te dejaba y ahora
tu pequeña quiere ser futbolista y tú no la dejas
-Pero papa…
-No hay
excusas. ¿Verdad que yo te deje ser explorador porque veía que te gustaba
mucho?
-Sí papa,
pero es que mi niña…
-Tú niña
quiere ser futbolista como tú querías ser explorador
-Tienes
razón papa, mi hija quiere ser futbolista y yo tengo que apoyarla como tú me
apoyaste cuando yo quería ser explorador.
Papa se
levanta de la mesa y se dirige al salón donde está su maletín
-Me voy a
trabajar papa, luego iré yo a por los niños
-Hijo les he
prometido que iría tu madre a por ellos
-Vale papa,
dile a mama cuando se despierte que esté lista para las 13:45 que pasaré a por
ella para ir a por los niños
-Vale hijo
yo se lo diré, ten cuidado
-Que si
papa, ya soy mayorcito
CAPITULO 8
A la salida
del colegio se encuentra mama, papa, el abuelo y la abuela…
-Isaac mira
han venido todos a por nosotros- dice Ana Luna sorprendida
-Iremos a
comer fuera con la excusa de que los abuelos están de visita
-Tienes
razón…
Cuando
llegan al coche donde están todos…
-¿Qué hacéis
todos aquí?- pregunta Isaac
-Parece que
no te alegras- dice la abuelo con voz pícara
-Sí me
alegro pero es un poco extraño
-Nos vamos a
comer fuera y después nos vamos a un sitio que te os va a gustar- dice papa.
-Pero yo
después tengo entrenamiento.- dice Isaac
-No te
preocupes llevamos tus cosas por si no daba tiempo a pasar pos casa
Los niños se
montan en el coche pero van todo el camino preguntando que a donde van a ir y
el abuelo salta:
-Es una
sorpresa no seáis impacientes
Llegan al
restaurante donde suelen ir siempre que salen fuera.
-Otra vez al
mismo sitio.- dice Ana Luna
-Hija sabes
que nos gusta mucho y además después iremos a un sitio que seguro que nunca has
estado- responde mama
-Bueno me
tendré que aguantar, espero que lo de después me guste más que comer aquí
-Te aseguro
que si- dice papa
CAPITULO 9
Dos horas
más tarde cuando todos habían terminado de comer…
-Papa venga
paga ya que me quiero ir- insiste Ana Luna
-Tranquila
pequeña que nos vamos ya
-Venga
vámonos- indican los dos niños a la vez
El padre se
levanta a pagar y se dirige hacia el coche donde están ya todos esperándolos,
durante el viaje los niños se vuelven a poner pesados insistiéndole a su padre
que le diga dónde van pero viendo que no lo consiguen se lo preguntan a su
madre.
-¿Mama dónde
vamos? ¿Cuánto falta? ¿Está muy lejos?
-Hijos no lo
sé, el único que lo sabe es papa y el abuelo
-Papa!!!
-He dicho
que no, esperaros a llegar
-Abuelo!!!
-Ya habéis
escuchado a papa hasta que no lleguemos no se dice nada
A los
minutos de ir en el coche, su padre y el abuelo se ponen a hablar…
-Hijo, ¿cómo
te ha ido el día en el trabajo?
-Bien papa,
¿y tú que has hecho esta mañana?
-Fui al
parque con tu madre a darle de comer a las palomas, ya sabes cosas de viejos.
Todos echan
a reír y el abuelo no se molesta porque le encanta gastar bromas.
-Papa casi
hemos llegado
-Vale hijo,
entonces toca jugar a la gallinita ciega
Los niños lo
miran con cara de extrañado y le dicen a su abuelo
-Abuelo en
el coche no se puede jugar a la gallinita ciega
-¿Cómo qué
no? Ya veréis, mira vosotros poneros estos pañuelos en los ojos y ya veréis
como si se puede.
Los niños
obedecen al abuelo pero ellos saben perfectamente que en el coche no se puede
jugar a la gallinita ciega porque no hay sitio donde correr. Cuando los niños
se han puesto los pañuelos en los ojos el abuelo comprueba que no pueden ver.
-Venga niños
no me hagáis trampa, voy a ver si podéis ver. Haber ¿Cuántos dedos tengo?- el
abuelo pone la mano indicando que tiene 5 dedos.
-Dos-Indica
Isaac
-Cuatro-Indica
Ana Luna
-Perfecto,
ya podemos jugar.
De repente
el coche se para y se escuchan las puertas del coche, los niños están asustados
porque no saben lo que pasa
-Abuelo!!!
¿Qué pasa? ¿Por qué paramos? ¿Hemos llegado?- Pregunta Ana Luna un poco
asustada
-Tranquila
princesa que solo hemos parado para jugar a la gallinita ciega- Responde el
abuelo
-Yo quiero
llegar ya, no quiero jugar a la gallinita ciega
-YA HEMOS
LLEGADO!- dice papa.
-Por fin!!!-
gritan los niños a la vez
-¿nos
podemos quitar ya esto?
-No!!!
-Porfa papa
-Venga
chicos esperaros un minuto
-Vale
contaremos hasta sesenta y nos los quitaremos
-Eh pero no
vale contar rápido
Los niños
empiezan a contar mientras los llevan a los dos cogidos de la mano hasta el
campo de fútbol donde se encuentra el entrenador de fútbol de Isaac.
CAPITULO 10
Cuando llegan al campo de fútbol y se
quitan la venda……
-Papa, ¿Qué hacemos aquí si mi entrenamiento empieza a las
17:00?
-Hemos venido por otra cosa
Entonces de repente empiezan a salir el equipo femenino del
barrio de los vestuarios y Ana Luna se queda pensando en que ella podría estar allí
pero eso parece imposible porque su padre dice que el fútbol no es para
mujeres.
-Papa ¿Qué hacemos aquí? Pregunta Ana Luna sorprendida
-Hija tengo que decirte una cosa
-Dime papa
-¿Quieres jugar con ellas?
Ana Luna se queda un poco perpleja por lo que ha dicho su
padre…
-Enserio Papa!!! Ana Luna lo dice todavía un poco en estado
de shock
-Si cariño, mira yo de pequeño quería ser explorador y el
abuelo me dijo que yo tenía que ser futbolista, pero él se dio cuenta que a mí
lo que realmente me gustaba era la exploración y me dejo ser explorador.
-Papa y esto que tiene que ver con lo que te pasa a ti, tú lo
que piensas es que el fútbol no es para mujeres.
-Hija, cuando tú me dijiste que querías ser futbolista yo no
quería asumirlo pero el abuelo me hizo ver que al igual que él me dejo ser
explorador yo te tenía que dejar ser futbolista aunque pienso eso del fútbol
femenino. Ahora estoy viendo que el fútbol femenino no es tan malo y que las
cosas han avanzado y ahora cada vez hay más mujeres que practican el fútbol.
-Papa, ¿me estás diciendo que puedo jugar al fútbol?
-Sí, pequeña
-Papa ya no soy pequeña
-Tú siempre serás mi pequeña y ahora serás mi pequeña
futbolista
La niña empieza a gritar de alegría pero se da cuenta que no
puede empezar a jugar porque le faltan las botas
-Papa pero….
-Dime pequeña futbolista
-Es que… no tengo botas para jugar
-Es verdad, bueno entra al vestuario que te está esperando el
entrenador y yo creo que hoy te dejara entrenar con los tenis
Ana Luna entra al vestuario y ve al entrenador hablando con
el abuelo y el abuelo llevaba un regalo en las manos
-Princesa esto es para ti
-¿Qué es abuelo?
-Tú ábrelo y lo verás
Ana Luna lo abre y ve que es una caja de zapatos y al abrir
la caja ve las nuevas botas que lleva Messi que es su ídolo junto a vero
boquete.
-Gracias abuelo me encanta
-No me las des a mi dáselas a papa que ha sido el que ha
faltado hoy al trabajo y se ha recorrido todas las tiendas buscando esas botas
De repente aparece papa y Ana Luna se lanza a sus brazos.
PD: Pronto seguiré escribiendo, dejad comentario si os ha gustado
Precioso !!!
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